¿Por qué son necesarias mejoras en la gestión de los recursos hídricos en Chile?
- ROGÉRIO TORRES NUNES
- 3 de set. de 2020
- 5 min de leitura

En Chile se presentan ideas y se reclaman por diferentes sectores, desde hace años, por problemas vinculados al acceso al agua, sin embargo no parecen hacer reaccionar a los responsables de dar soluciones. ¿Por qué?
¿Cuáles son los problemas en terreno, en cada cuenca y sistema hídrico? ¿A quiénes afecta, a quiénes beneficia y a quiénes no les interesa? ¿Cuáles son sus orígenes y qué actores son responsables de causarlos (si no es un problema de origen natural)? ¿Y quiénes deben resolverlo, aplicando cuáles instrumentos?
La única manera de que el trabajo, para elaborar una propuesta de mejoramiento de la gestión de las intervenciones sobre el agua y las cuencas en Chile, tenga impacto y eco (y ojalá se vuelva un referente) es partir por hacer un recuento del esfuerzo perdido de cientos de propuestas para mejorar la gestión. ¿Parece no importarle a nadie? ¿O están mal planteadas o mal diseñadas?
Ni siquiera se debate la del delegado presidencial o de los numerosos aportes de ANDESS o de Gestión por cuencas del Ministerio del Ambiente, ni de la Fundación Chile. Algo citan al informe del BM que no es más que una recopilación de lo que ya se sabía en Chile, pero dicho por el BM pareciera que le hacen algo de caso. O de tantos otros a nivel personal o colectivo que proponen, claman y gritan cada uno con su solución y que tampoco les hacen caso.
Para proponer algo nuevo hay que partir por saber y explicar ¿Por qué a nadie con responsabilidad le importa, o no quieren asumir los cambios?
Y hay que tener muy claro y detallado cuáles son las metas a alcanzar en cada cuenca y que problemas hay que superar para alcanzar las metas.
Los problemas usuales se vinculan a:
Problemas entre usos y usuarios.
Problemas por externalidades negativas.
Problemas de origen natural, clima, tectónicos, tsunamis, etc.
Hay que vincular cada problema con los actores afectados y con los potenciales beneficiados, estableciendo claramente la relación entre metas y beneficiados y problemas y perjudicados.
Estas son las posibles causas del retraso en mejorar la GIRH en Chile.
Niveles de gestión de agua
Nacional y Transfronterizo (consejo superior permanente y legal o equivalente).
Cuencas y sistemas hídricos interconectados, subcuenca, acuíferos, canales (a cargo del estado y de organizaciones participativas, por cuenca).
Usuarios del agua desde grandes empresas hasta comunidades e individuos (empresas, industrias, asociaciones, comunidades, etc).
Son tres niveles pero en la práctica todo se interrelaciona.
El déficit de las dos primeras instancias de gestión en Chile atenta contra la toma de decisiones esenciales en temas hídricos.
La carencia en Chile de un consejo superior de agua o equivalente (compuesto por representantes de estado, sociedad y privados), legalmente establecido y con atribuciones y poderes reales, es el primer obstáculo.
El segundo es la carencia de organizaciones de gestión por cuenca, es decir no hay instancias claras para tomar decisiones participativas y con información aportada por la autoridad de aguas que debe oficiar de secretaria técnica para el consejo.
Llevan años sin tomar decisiones importantes para enfrentar los efectos de la sequía. ¿Será que la sequía no afecta a los más reacios a los cambios? ¿Será que hay más actores contentos con la situación que descontentos? ¿Será que todo se relaciona los derechos de propiedad sobre el agua?
¿Creen que solo allí estaría la solución? ¿Será cierto? ¿Qué pasa si la mayoría de los problemas existentes no son causados por la propiedad sobre el agua, qué los principales problemas son causados simplemente por la sequía? Mucho más aún, ¿por deficiencias en la gestión? ¿Por la sobreentrega de derechos o por la carencia de prioridades de uso?
¿Qué los problemas causados de carencia de poder de fiscalización son graves? ¿Qué los problemas son causados por un mercado de agua oscuro y sin información? ¿O será por no disponer de información? ¿O qué hay temor legítimo que el desarrollo del país se vería afectado y que, peor, no se ganara nada con cambiar el sistema actual sobre derechos de agua?
¿Qué las propuestas son más ideológicas que sustentadas con datos duros? ¿Será que cada cual aún se defiende como pueden? ¿Será que roban agua? ¿Será que ganan dinero vendiendo agua en camiones aljibe? Habrá que ordenar estas preguntas y resolverlas...
En resumen, ¿cuáles son los motivos de la oposición y estancamiento para mejorar la gestión de las intervenciones sobre el agua y las cuencas?
Las propuestas de mejoras de gestión parecen partir por afirmar que todo está mal y que se requieren cambios, pero ¿qué esta mal? ¿A quiénes afecta la situación y a quiénes beneficia la situación? ¿En qué cuencas o sistemas hídricos está mal? ¿Por qué se dice que está mal? ¿Qué pasaría en la producción y economía si se eliminan los derechos de agua? ¿El motivo es sequía? ¿Ley mala o ley que no se cumple? ¿Es ideológico o es práctico y real? ¿Las soluciones propuestas son viables? Ests son otras preguntas que deben responderse.
Si no descubren el por qué de estos trabajos, señalando problemas, gritando "no hay sequía hay saqueo", clamando por trasvases y obras hidráulicas, responsabilizando a la Constitución y al neoliberalismo, o que fulano o mengano tiene agua, no logran cambiar una situación, estarán igualmente condenados a ser ignorados también al hacer una propuesta o comentario, o peor, a hacer cambios que solo aumentarán los problemas.
Es importante abordar todos los instrumentos de gestión, y no solo la institucionalidad, que incluyen:
Sistemas de información eficientes y oportunos para los gestores.
Inductores de comportamiento de los interventores sobre agua y cuencas (en particular leyes, fiscalización, económicos y educación).
Institucionalidad en los tres niveles de gestión mencionados más adelante (ver más adelante el desglose de institucionalidad).
Tecnología e infraestructura hidráulica gris y verde.
A partir de eso, se supone que quien presente una propuesta de mejora de la gestión del agua, no cometerá el mismo error y se basará en analizar el conjunto de elementos de gestión (no solo responsabilizar la ley, la falta de obras, la "pérdida" de agua en el mar o al presidente de turno), preguntándose que está fallando y qué instrumentos de gestión faltan o producen efectos no deseados, preguntándose también si estos efectos serán iguales para todos los usuarios.
Desde esa constatación de situaciones para unos (pero cuidado que para otros les va bien y son los que no les importa más que sus intereses individuales y se oponen a los cambios), deben indicar qué se debe mejorar en cada instrumento de gestión y, sobre todo, en su conjunto, mediante mejor gobernanza y articulación y buen diseño de cada instrumento y de una buena articulación entre todos para aplicarlos y solucionar problemas en terreno. Se requiere trazabilidad de efectos de cada instrumento y de ellos en conjunto en cada cuenca y sobre cada usuario y usos del agua.
Autor: Axel Charles Dourojeanni Ricordi - Consultor Senior en Recursos Hídricos e Innovación.
Fuente: Iagua
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